EXPOSICIÓN SELENE VALENCIA, ESPAÑA
RETROSPECTIVA de la COVID‑19
EL MAGACÍN DE LA EXPO
Durante 11 días ficción y realidad sobre la COVID-19 cohabitarán en una exposición en Valencia, después se irá a Bérgamo.
"En cualquier situación difícil, debemos prescindir de lo superfluo y reducir todo a lo esencial, así como distinguir lo que depende de nosotros de lo que no" Marco Aurelio
SELENE «soledad en tiempos de COVID-19» es un proyecto ERASMUS PLUS KA210-ADU financiado por la Agencia Nacional Italiana INDIRE, que explora la crisis del coronavirus la cual hasta el 17 de diciembre de 2022 se ha cobrado la vida de 6.664.842 personas en todo el mundo, para hablar, expresar y entender ¿Qué nos ha pasado, y qué hemos aprendido como humanidad? Confrontar hechos, sucesos y opiniones desde la realidad y la ficción. Darles a la población ejes de actuación hacia el afrontamiento con perspectiva salutogénica, generando espacios y actividades que contribuyan a mejorar la salud, el estrés y el bienestar resentidos por estos años de pandemia.
Lo que queremos ofrecer es una inmersión profunda a la ciudadanía sobre el virus que nos infectó. La pedagogía comienza en ver, sentir y entender. Utilizaremos el diálogo y las historias reales como el arte «autobiográfico, gráfico, visual, escénico y cualquier otro medio artístico» para hacer llegar el mensaje «impactar, visibilizar, emocionar, asimilar» frente al dolor que causó la COVID-19.
SELENE es un proyecto sobre el virus SARS-CoV-2 que no sólo mira hacia atrás en el tiempo, también se proyecta hacia el futuro. Las pandemias son una realidad ineludible para el ser humano, pero vale la pena analizar qué podríamos hacer de manera diferente si volviera a suceder otra epidemia u otro fenómeno para el cual no estamos preparados.
El dolor, no es bueno ni malo, es parte de ser humanos. Y a veces puede surgir algo bueno de algo horroroso. «Miedo, Soledad, Compasión, Amor» son moléculas del dolor y el alivio de él, ya sea biológico, físico, psíquico o emocional.
SELENE no es sólo un proyecto, es un viaje por esta sensación universal, el dolor, protagonista del coronavirus a través de sus cuatro moléculas.
"Abril y mayo comenzaron a dar los primeros avisos de la oscuridad que se avecinaba, las calles iban perdiendo su color y su movimiento. El violeta se desvaneció y en su lugar quedó un gris asfáltico y frío que enmarcaba la soledad y la confusión que sentíamos. Nadie entendía nada. Estábamos adentro, todos dentro. Todos dentro. Los primeros enfermos, eran los otros, los de otros, los de otras. En otro lado, en otra parte. Después fueron los conocidos de un conocido, de una amiga, de un vecino, de la compañera de trabajo… La incertidumbre dio paso al miedo. Y el miedo al terror. El terror de escuchar síntomas entre los tuyos. Hablaste tarde, te guardaste demasiado papá".
Aquel día de junio; las fiestas son todo menos eternas de Daniela Esquivel.
HISTORIA DE LA COVID-19
SELENE es una oportunidad para repensar el sistema de valores, nuestros ecosistema de convivencia, nuestras prioridades, exponiendo lo sucedido en estos años devastadores de enfermedad a través de testimonios y arte, recopilando historias inspiradoras y creando obras artísticas expuestas juntas en la «exposición SELENE; retrospectiva de la COVID‑19», en Valencia y Bérgamo. Al igual que en Italia y España, situaciones similares se han vivido en todo el mundo. El proyecto SELENE también cuenta con la participación de médicos de hospitales, testimonios y artistas de Nueva York y Ciudad de México, quienes compartirán sus historias de la pandemia con el fin de tener una panorámica amplia y mostrar múltiples prismas de la salud, que no entiende de fronteras ni continentes. Vida y muerte nos hacen a todos iguales «de órganos y emociones»
El arte es un reservorio de la memoria, revela lo que somos, vemos y cómo lo vemos, restaura y crea recuperación internándose en la espesa jungla de los sentimientos y pensamientos lúgubres para traerte al presente. El arte nos sacude, nos conmueve, nos eleva, nos impulsa hacia delante, ilumina territorios inexplorados de posibilidades futuras. Espacios mágicos para soñar, redibujando nuevos paisajes... sensibiliza, conciencia, mueve al acción. Acicate imaginativo para el cambio.
El arte es una ventana para sobrevivir a la desesperación, para irradiar la esperanza, avivar el optimismo y generar resiliencia en la población. Y lo hace hablándole al corazón y a las emociones del observador, sin filtros, sin miedo. El arte nos recuerda cómo el dolor es parte de la condición humana. El arte y el poder de hablar de este dolor se convierten en una forma natural y sencilla de encontrar el equilibrio perdido
Una normalidad
Vemos que empezamos a recuperar la hermosa cotidianidad, pero también observamos que estamos recuperando esa normalidad olvidando muy pronto lo que nos pasó y las buenas acciones que realizamos durante la pandemia. No todos sufrieron por igual la infección del virus , pero la mayoría hemos padecido duelos y diferentes tipos de pérdidas a lo largo de estos años. Decía Buda que el dolor es inevitable, el sufrimiento opcional. Confundimos con rapidez ir aceptando la pérdida con el actuar como si no nos hubiera pasado nada. Tal vez, como una forma de protección, ignoramos ese sufrimiento y lo dejamos olvidado por los recovecos del cerebro, lo que lo convierte en un interruptor de la salud mental. Recordar o más bien reflexionar, nos ayuda a entender para después dejar ir y quedarnos con lo positivo.
Resiliencia es la palabra de moda y es tergiversada con hacer borrón y cuenta nueva. No, es algo más profundo que olvidar; para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente, etc, se debe trabajar desde el interior «entender, asimilar y aceptar». Para que una persona pueda recuperarse y mantener una conducta adaptativa, después de haber vivido un suceso estresante, debe haber existido un trabajo de las etapas del duelo hasta la aceptación.
Sería simplista decir que todo irá bien, porque sabemos que eso es falso. SELENE no pretende ser una propuesta frívola sobre la COVID-19 con mensajes superficiales y bonitos en expresiones artísticas Naif. El concepto Kawaii de la cultura suave, busca envolver todo en un velo de suavidad, los problemas y los duelos se ablandan, todo está bien, todo es para mejor; a olvidar y a divertirse que la vida son cuatro días. Parece que hoy no existiera lugar para lo tristes, lo rudo, para lo duro... Y resulta que la pandemia del siglo XXI es la ansiedad que deriva en depresiones, en problemas de salud mental con el suicidio al alza. Lo que nos pasó fue muy traumático, hubo mucho dolor y ese dolor sigue ahí en muchas personas, en lo físico, en lo psíquico y en lo emocional.
Sigue ese aturdimiento y miedo en los cuerpos, sigue habitando el pánico a tocar a otras personas, a salir a la calle, a entrar en un cine. Siguen los dolores crónicos y nebulosas en la cabeza. Las generaciones se han separado, la gente mayor se ha vuelto más vulnerable. La COVID-19 pasará, pero vendrán otras situaciones imprevistas, como el cambio climático, una guerra u otro virus. La pandemia nos recordó que estamos expuestos a la incertidumbre, que nuestra propia vida es pura incertidumbre. Nadie puede escapar del dolor, ni podrá evitar un duelo, ni frenar las cosas que hacen daño, ni enferman, pero es posible escoger cómo salir de esas situaciones.